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Susana Joma

La mano de obra en el campo se está haciendo vieja

Aunque es un hecho conocido que las últimas décadas los agricultores salvadoreños sortean múltiples obstáculos para producir, Luis Treminio, el presidente de la Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO), ha advertido sobre un posible colapso del sector los próximos cinco años y considera necesario una acción gubernamental urgente. 

Treminio, en el marco de una entrevista realizada por Vórtice a principios de mayo, afirmó que dos de los grandes dolores de cabeza que tienen en este momento los productores agrícolas son, uno, la falta de mano de obra para realizar las labores agrícolas, y dos, los efectos del cambio climático que ya están presentes. “Nuestra principal preocupación actualmente es que no se encuentra mano de obra. Los jóvenes ya no se quieren dedicar a esta labor”, afirmó. 

El presidente de CAMPO, quien en los últimos dos años ha insistido en señalar esta problemática, dijo que este año la edad promedio de los agricultores es de 64 años. “Al final de cuentas la agricultura se está manejando con personas de la tercera edad y las mujeres. Los jóvenes ya no (están disponibles para esto), solo esperan cumplir 18 años para emigrar, ya sea a la ciudad o ya sea a otro país. Entonces, es preocupante esta situación. Nosotros decimos, «Si no hace nada, si el gobierno en turno no hace nada en estos últimos cinco años, o los gobiernos en turno, porque sería hasta el 2030 ya no tendríamos agricultores en el país, o prácticamente la agricultura se vería minimizada en su máxima expresión, digamos; solo se sembrará tal vez el poquito que los productores van a consumir”, explicó. 

Al momento de trabajar este artículo el país no contaba con estadísticas oficiales actualizadas sobre la cantidad de personas que se dedican a cultivar la tierra, sin embargo, el gobierno, a través del Banco Central de Reserva (BCR), del 2 de mayo pasado llevó a cabo el V Censo Agropecuario y de Pesca a nivel nacional, el cual se esperaría arroje datos en términos de empleo del sector, producción, entre otros. 

Las gremiales agrícolas usualmente hacen los ejercicios de cálculo sobre el número de agricultores consultando a sus agremiados y cruzando datos con los del censo y las Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples. 

El dirigente del CAMPO, consultado si tiene datos sobre la cantidad de agricultores en el país, dijo que, en el último censo sobre agricultura, realizado hace 20 años, se registró 387,000Estima que en la actualidad hay unos 420,000.  

Treminio también hace notar que la cantidad de tierra que estos cultivan se ha reducido y con ello la producción, cita como ejemplo que aquellos que antes sembraban dos manzanas ahora solo una, quienes cultivaban una ahora solo media. 

En marzo pasado el presidente de la Mesa Agropecuaria Rural e Indígena, Mateo Rendón, en la entrevista televisiva Frente a Frente, coincidió con lo externado por Treminio con respecto a que en las últimas dos décadas los trabajadores que cultivan granos básicos se habrían reducido, en su caso advirtió que han disminuido en un 33 %, es decir la cifra pasó de 600,000 a 400,000. 

De la Mesa por la Soberanía Alimentaria, Adalberto Blanco, coincide en señalar como la oferta de mano de obra ha venido bajando paulatinamente. Los datos que maneja esta gremial hacen notar que para 2023 la población económicamente activa del área rural rondaba 1.320,000 pero de ese total son 147,600 las que están directamente relacionadas con el tema agrícola. Esta cifra, según expone, contrasta con los 178,300 que se identificaron en 2017. Blanco señaló que del 2023 al 2024 hubo 7,000 agricultores menos. 

El representante de la Mesa por la Soberanía Alimentaria explicó que el desinterés de los jóvenes por la agricultura no solo está asociado con bajos salarios, falta de incentivos que no les permite tener una vida saludable, sino que incluso inciden otros factores externos como la crisis política y la persecución que sufren los jóvenes. 

Según el representante de CAMPO, asociación que aglutina por lo menos 15 organizaciones vinculadas con la agricultura, a nivel nacional, para ellos el cambio climático pasó de ser una amenaza para convertirse en una realidad que está llevando a tomar medidas, una de ellas es la de cambiar los periodos de siembra porque las lluvias tardan más en instalarse. “Ya no estamos sembrando en mayo, sino que estamos sembrando en junio”, señaló. 

Este año la gremial recomendó, en forma técnica, a los miembros del sector que empezaran a sembrar a partir de la segunda semana de junio; además, también les sugirieron que procuren sembrar un poco más este año para lograr un incremento en la producción de granos, aunque Treminio considera que esta última recomendación es muy posible no llegue a concretarse, debido a que el reciente aumento que el gobierno aplicó al salario mínimo vino a desmotivar a los productores, quienes consideran que no lograrán salir con los costos. 

El agricultor sostiene que en el sector se están haciendo esfuerzos por hacerle frente al cambio climático, adaptarse, esto incluye dejar atrás algunas prácticas agrícolas que resultaban dañinas como la quema de tierras antes de la siembra: «Ya no estamos quemando, sino que se está utilizando el rastrojo, y la siguiente es que vamos cambiando poco a poco la producción (que era) cien por ciento química hacia la producción cada vez más amigable con el medio ambiente”. En esto último, según detalló, están utilizando biofertilizantes, abono orgánico, y rastrojo que dejan incorporado al terreno para que se convierta en abono. 

En un boletín que CAMPO lanzó con fecha 19 de mayo 2025 invita al gobierno a formar una comisión técnica conjunta para elaborar una “Estrategia de Adaptación de la Agricultura al Cambio Climático”, considerando la gravedad que cada vez más cobran los fenómenos naturales y la agudización de la crisis alimentaria que ya está vigente. 

Durante la entrevista con Disruptiva el dirigente de CAMPO calificó la situación de la agricultura nacional como “bastante complicada”, considerando que para producir también corren contra corriente por el alto costo de insumos y del alquiler de la tierra.  

Rendón, como representante de la Mesa Agropecuaria, coincide con Treminio, de CAMPO, en que el sector está muy afectado. No obstante, también considera que la falta de incentivos es un factor que ha afectado el interés y ánimo de las nuevas generaciones a desempeñar labores agrícolas, marcando su tendencia a la migración, al igual que la disminución de la superficie cultivada. 

Aunque para los agricultores el panorama de la agricultura no es tan alentador, Treminio tiene la esperanza de que si se conforma esa comisión técnica que ellos han propuesto se podrán realizar acciones en busca de reducir la dependencia de importación de granos básicos, así como la crisis alimentaria que afecta en el territorio. 

En el ciclo 2024 – 2025, según el análisis de CAMPO, se espera producir 17.620,000 quintales de granos por manzana, pero se tendría un déficit de 9.959,582. El grano con mayor déficit de producción fue el maíz, seguido del frijol. 

La gremial, como lo hizo ver en su comunicado, espera que en el ciclo agrícola 2025 – 2026 se produzcan 19.167,500 quintales de cereales por manzana, mientras el déficit solo sea de 5.832,500. CAMPO realiza estas estimaciones a partir de datos obtenidos de sondeo entre los pequeños y medianos productores, así como datos oficiales. 

Sobre la reducción de superficie cultivada, Blanco, añadió que según el anuario estadístico del Ministerio de Agricultura en 2021 – 2022 hubo 138,000 manzanas cultivadas con frijol, pero de 2022 a 2023 solo fueron 128,000 manzanas. 

El agricultor, miembro de la Mesa por la Soberanía Alimentaria, comentó sobre la necesidad de que el tema de la agricultura debería entenderse como un mecanismo de protección para la vida, es decir ponerle dentro de una estrategia nacional de seguridad, porque “sin agricultura no hay alimento”. “Debería de haber una política pública del Estado para fomentar el tema de la producción agropecuaria”, agregó. 

Sobre el incremento al salario mínimo el productor sostuvo que realmente afectará si se da sin acciones complementarias, por lo menos a las cooperativas agropecuarias pequeñas y microempresas. Según dice ellos habían propuesto que subsidiara ese aumento al salario en ese sector para que incluso fuera más alto. 

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