Fisioterapeuta.
Verdugo (2006) * afirma que la discapacidad no puede identificarse exclusivamente como una característica del individuo, sino que debe entenderse como un estado del funcionamiento de la persona, que depende no solo de las condiciones individuales si no que está muy influido por las oportunidades que tiene la persona para desarrollarse, así como los apoyos que se le ofrecen para facilitar tal desarrollo.
La discapacidad son las diferentes “paredes” con las que se encuentra el individuo para poder desarrollarse, desde el lenguaje que se utiliza al referirse a ellos, hasta las barreras arquitectónicas para desplazarse, pero desde casa se puede ir cambiando esta idea tan errada que se tiene acerca de la discapacidad.
Innumerables veces se escucha que los padres de familia no pueden enseñar a los niños con discapacidad actividades de la vida diaria como vestirse, comer o bañarse, porque toma más tiempo de lo normal o no creen en sus capacidades para aprender. Este tiempo en casa, por la pandemia que se vive, es ideal para promover este tipo de educación no formal y fomentar la independencia en las personas con discapacidad.
El hogar es donde se inicia la capacitación para la autonomía e independencia, es un aprendizaje que se debe ir extiendo en los diferentes escenarios donde la persona se desenvuelve. Recordemos que no se debe sobreproteger, porque también es una manera de discriminar, el mensaje que la persona con discapacidad comprende es que no es capaz de ser independiente, además los priva de aprender y crecer. A través de la prueba y error los niños van descubriendo sus habilidades, sabiendo responder a los retos que se le presenten cuando el cuidador no esté presente.
Es difícil, como padres de familia, no sentir temores y dudas acerca de la autonomía de sus hijos en un ambiente donde no se está preparado para incluir a una persona con discapacidad, pero ahí está la misión de la familia y las instituciones que los apoyan. La independencia en las personas con discapacidad es permitir que se relacionen con la sociedad y no limitarles a espacios protegidos donde se relacionan únicamente con sus iguales, terapeutas, cuidadores, etc.
Beneficios de fomentar la independencia
Ahora que ya se revisó los beneficios de promover la independencia de los niños desde casa, hablaremos de los cambios que el padre de familia o cuidador debe realizar para hacerlos participes de estas actividades.
Primero se debe tener una actitud menos protectora, pueden iniciar este proceso dejando de ocuparse de aquellas cosas que la persona con discapacidad puede desempeñar por sí sola, aunque sea más fácil y cómodo hacerlo usted, es muy importante tener paciencia y permitirle que lo haga por sí mismo, recuerde que la practica hace al maestro.
Tómese el tiempo para hablar y escuchar sus dudas acerca de realizar las tareas, hable de aquellas situaciones en las que usted mismo tuvo dificultades para aprender, esto le enseñara que no solo él tiene altas y bajas en la vida.
Recuerde que debe establecer pequeños objetivos en este aprendizaje, para que ni usted ni el niño se frustren al no poder llegar a la meta. Puede crear tableros de comunicación con el orden en que se realiza la tarea, pegarlos en la pared del baño, cocina o donde la persona realizará la actividad.
Cree y mantenga rutinas: Establecer rutinas diarias, facilitará el aprendizaje y tendrá un mejor comportamiento, un ejemplo de cómo establecer una rutina.
Asignar tareas para el hogar también es algo que podemos hacer para desarrollar la independencia y la responsabilidad:
Ayudar en casa les dará una sensación de logro y orgullo, se sentirán importantes y parte de un equipo que es la familia, todas estas vivencias les darán a las personas con discapacidad mejores herramientas para poder desenvolverse en la vida. Lograr la independencia o el mayor grado de la misma, es una de las mejores muestras que las personas con discapacidad culminaron su desarrollo personal y emocional. La autonomía proporciona mejor calidad de vida ya que el individuo se siente realizado al no depender de un tercero, pero esta meta no llegará si no iniciamos el camino en casa.
Referencias:
1 –Verdugo, M.A. (2006). Como mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. Salamanca: Amarú.
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