¿Qué significa la “edad musical” y cómo la calcula Spotify?

Durante la última edición del Spotify Wrapped, miles de usuarios se encontraron con un dato inesperado: su edad musical. En la gran mayoría de los casos, esta no coincidía con la edad real de los usuarios. Para algunos fue motivo de risa; para otros, de incomodidad o desconcierto. Pero ¿qué significa realmente esta edad y cómo la calcula Spotify?

La llamada edad musical no es una estimación biográfica ni un intento de adivinar cuántos años tiene una persona. Se trata de un dato simbólico, construido a partir de los hábitos de escucha de cada usuario a lo largo del año. Spotify analiza qué música se reprodujo con mayor frecuencia, tomando en cuenta la fecha de lanzamiento de las canciones, y detecta el periodo histórico que predomina en esas escuchas.

La metodología se inspira en un concepto de la psicología conocido como reminiscence bump (o “pico de reminiscencia”). Diversos estudios han demostrado que las personas tienden a desarrollar un vínculo emocional especialmente fuerte con la música que escucharon entre los 16 y 21 años, una etapa clave en la construcción de la identidad personal. Canciones asociadas a esa etapa suelen permanecer con mayor intensidad en la memoria a lo largo de la vida.

A partir de este principio, Spotify identifica un bloque aproximado de cinco años cuya música domina en la escucha del usuario y asume, de manera lúdica, que esa persona “fue joven” en ese periodo. Con base en ello, proyecta una edad musical actual. Por ejemplo, si alguien escucha mayoritariamente música de los años setenta, su edad musical puede corresponder a alguien que fue adolescente en esa década, aunque en la vida real tenga muchos menos años.

Según el servicio de streaming, esta edad no tiene valor científico ni demográfico; Spotify no la presenta como un dato exacto, sino como un recurso narrativo que busca jugar con la nostalgia, la memoria y la identidad musical. De hecho, el cálculo se realiza comparando los hábitos de escucha con los de otros usuarios del mismo grupo etario, lo que significa que una edad musical “atípica” suele reflejar gustos musicales poco comunes dentro de una generación.

Más allá de la polémica o el humor que generó, la edad musical pone sobre la mesa una idea clave: la música no solo se escucha, también se recuerda. Funciona como un archivo emocional que conecta a las personas con momentos, experiencias y contextos específicos de su vida —o incluso de épocas que nunca vivieron directamente, pero que adoptaron como propias.